viernes, 25 de marzo de 2016

Pijama Party


Como arranqué relatando esta experiencia de manera desordenada, lejos de enmendarme, voy a seguir salteando ambientes. Sin absolutamente ninguna secuencia lógica hoy aterrizaré en uno de los dormitorios.

¿En cuál? Justamente en aquel que elegí para hacerlo propio el primer día que ví la casa.

Porqué lo elegí? Porqué me gustó más que otros?

Y….. la verdad es que haciendo un poco de memoria, recreando mentalmente aquel momento, aparecen ante mí, imágenes asombrosas.

Quizás fueron las maravillosas puertas dobles……

Quizás fueron los imponentes techos altos……

Quizás fue la bellísima vista desde la ventana……

Quizás fue que imaginé que todas las mañanas que despertáramos allí, lo haríamos con una sonrisa en la cara, plena de felicidad, con el telón de fondo de un coro de pajaritos dándonos la bienvenida a un nuevo día……

Que tarada!!!!  Viendo el estado actual en que se encuentra este dormitorio, me cuesta reconocer haber sido tan tonta. Elegí mal. Voy a tener que laburar un montón!!!!!.

El techo? Despintado, con goteras y altísimo! No llego ni con cuatro escaleras puestas una arriba de la otra!.

Las puertas dobles? Precisamente: doble trabajo! ya me duelen las manos de lijar!.

La vista desde la ventana? Si, justo atrás del postigón se ve perfecto un tremendo panal de avispas africanas!.

La sonrisa? Se me acaba de transformar en llanto!!!.
Pero bueno, se ve que sí soy tonta. O por lo menos una romántica incurable. Porque aún así, con todo esto, más las paredes con humedades y sus revoques fugitivos, lo sigo eligiendo (socorro!), me sigue gustando (auxilio!), me quedo parada en el medio del cuarto y luego de un largo suspiro, comienzo a arremangarme lentamente sabiendo la que me espera, pero con el corazón latiendo de alegría (oh… y ahora… quién podrá defenderme?......... Chapulíííííín!!!!!).

Sí, es linda la vista, no?


Piedra libre a los ladrillos que se ven atrás de la estufita!


martes, 8 de marzo de 2016

Glamour cero – Austeridad uno


Hoy nos convoca el hall, que debería haber sido el primero pero bueno, el living le ganó por goleada.

El hall….. éste hall, es quizás el lugar más desangelado de la casa. Es amplio, luminoso, muy protagónico (a través de él se accede al living, al comedor y a una estancia adorable de la casa que en el futuro será mi taller), pero pese a todo eso, por no contar con un cerramiento en una de sus caras, para lo único que es bueno (y se esmera el desgraciado!) es para arremolinar, recopilar, atraer magnéticamente, diariamente, segundo a segundo, todas las hojitas secas, palitos y polvillo que anden cerca….. y lejos!.

Parece que coleccionara porquerías!. Es como yo!!!!!. Me acabo de dar cuenta!.

Algo que aprendí hace muchos años, es que no hay dos oportunidades para causar una primera buena impresión. Por lo tanto, de cómo sea este ambiente, va a depender mucho la opinión y la emoción que genere el resto.

Salta a la vista que lo más apropiado sería cerrarlo (para cortarle de cuajo su afición coleccionista), pero a la vez dejarlo abierto para que reciba toda la luz que el día le quiera regalar y que sea de paso una vidriera, un anticipo, la punta del iceberg de lo que vendrá.

Les dejo las fotos para que lo vayan conociendo.


 

martes, 1 de marzo de 2016

Sherlock Holmes......


Siguiendo con los clásicos…..mirá vos, siempre me gustó Sherlock Holmes.

Llegó el momento preciso donde les cuento a los míos la idea de dejar el living tal cual está.

Hubo de todo.

Miradas incrédulas esperando el final de un chiste que nunca llegó, balbuceos tratando de esgrimir alguna oposición, preguntas del tipo…¿pero no lo vas a dejar así no?, aseveraciones tales como “va a parecer sucio”, expresiones faciales con una media sonrisa y los ojos cada vez más abiertos que empezaban a ver lo que yo veía, entusiastas comentarios que cual porristas mantuvieron mi ánimo jubiloso. De todo, se los dije.

Lo que nadie podía saber, (o sí, aquellos que me conocen bien), es que era muchísimo más fuerte que cualquier comentario (a favor o en contra) eso que yo sentía desde el fondo de mi alma y que me hacía latir el corazón tan fuerte. Casi que era una decisión tomada, lo de preguntarles era más bien una cuestión de respeto. Si decían que no, tenía mil y un argumentos para convencerlos.

Me puse a buscar en internet referencias visuales, claras y detalladas que pudieran ayudarme por un lado a hacer evidente que no estoy loca, y por el otro a ir acostumbrando el ojo a esto que podría resultar chocante de entrada. Porque convengamos que no es ni fácil ni habitual ver como bella una pared a la que se le piantó el revoque hace algún tiempo, con un muestrario de pinturas descascaradas que orondamente se pavonean ante cualquiera que entre al living, una grieta que te dan ganas de salir corriendo y unas manchas de humedad con tanta personería que hasta tienen títulos universitarios!.

Encontré miles de ejemplos. Cientos de miles. Uno más lindo que otro. Hasta nombre y apellido tiene este estilo! Se llama Rough Luxe, aunque algunos también le dicen “estilo Sherlock”, por la serie Elementary. Amo ese programa. Lo seguirán dando?.

Les muestro fotos que tomé de google imágenes y que de seguro pertenecen a distintos autores. Muchas son de un hotel en Londres, que se llama justamente “Rough Luxe Hotel”. Disfrútenlas!.